Conocé la tradición

Luiggi Stoppiello, maestro orfebre y fundador de nuestra tradición, supo que el arte de la joyería no se mide solo en quilates, sino en legado. Su pasión y sensibilidad por este oficio se han transmitido, como un secreto bien guardado, de generación en generación.

Desde hace más de 70 años, cada pieza que creamos es más que una joya: es un testimonio de nuestra fabricación maciza y artesanal. Obras únicas en oro, plata y piedras preciosas, esculpidas con el más alto nivel de exigencia y el amor por los detalles que solo la experiencia puede brindar.

Guardamos con orgullo matrices que datan de 1900, fragmentos de historia que nos permiten dar vida a joyas con alma, piezas que capturan el encanto de otra época con la maestría del presente.

Cada encargo es un compromiso, cada pieza, un legado. Por eso, trabajamos con la misma dedicación con la que lo hicieron quienes nos precedieron: con manos expertas, con pasión inalterable y con la certeza de que la excelencia no es un lujo, sino nuestra única manera de hacer las cosas.